Roberto Guevara, vecino de Cartago, descubrió cuando cumplió 15 años que el colegio no era lo de él. Para él los carros siempre fueron su pasión y de ahí surgió la idea para su pequeña empresa de restauración. Sin embargo, los carros que este joven emprendedor modifica no son autos comunes, se trata de carros a escala y de colección.
“Cuando estaba en el colegio me escapaba con mis amigos y por horas lo único que hacíamos era hablar de carros, carros de película, de series, el carro más chiva y el más feo”, narró Quevara.
Cuando iba a entrar a noveno años su familia decidió matricularlo en un instituto de bachillerato y en clases de mecánica, lo cual lo acercó aún más a lo que había sido su pasión desde pequeño.
Mientras estudiaba mecánica empezó a experimentar con los carros a escala que tenía a mano, brochas y pinturas “de 700 pesos” fueron sus primeras herramientas, aunque el resultado en ocasiones era “horrible”.
“Más de una vez me dijeron: te compro este, pero no lo eches a perder (…) en referencia a que no lo pintés, dejalo así”, broméo el joven.
Los resultados no eran los esperados, pero Guevara continuó siendo perseverante y mejorando con cada carro. Para él la restauración es un reflejo de su sueño: ser diseñador de autos”.
“Es como ser un diseñador junior o un diseñador 18 o 24 veces más pequeño, cada vez que terminó un carro veo ese sueño cumplirse poco a poco”, explicó.
Para el joven lo más difícil de este proceso es la parte eléctrica (en los carros que tienen luces) y la parte que más disfruta es dibujar y planear la pintura y detalles que cada auto llevará.
“Lo que más me gusta es el diseño (…) es como cuando un escritor decide escribir un libro (…) hay miles de posibilidades, podés hacer un carro negro con una raya roja, simple, o hacerlo de colores, con las llantas azules, los aros rojos y los asientos morados”, expresó el joven, quien cuenta con el apoyo de 4 de sus mejores amigos para manejar la pequeña empresa.
Roberto no se ve a si mismo trabajando en carros a escala en un futuro, su sueño es diseñar y modificar carros “de verdad, bueno que se puedan conducir, porque estos también son de verdad (…) aunque también me encantaría darle a un cliente un carro pequeñito que sea igual al que va a manejar”.