Miles de cubanos se encuentran en el país esperando poder avanzar en su viaje migratorio a Estados Unidos. Nicaragua ha cerrado sus fronteras y se niega a participar en las negociaciones para solucionar esta crisis.
Por otra parte, a partir del 1 de diciembre, Ecuador puso un filtro a los migrantes que ingresan a la ruta de tránsito por ese país.
Costa Rica está ahora envuelta en una problemática que afecta a toda la región, sin embargo los factores que causaron esta crisis y que ahora la agravan son más complejos de lo que parecen.
Carlos Cascante, experto en relaciones internacionales de la Universidad Nacional (UNA) hace un resumen de la crisis y da una guía para entender el fenómeno.
Reacción a la apertura de relaciones diplomáticas
En opinión de Cascante, el aumento en la cantidad de migrantes que están pasando por la región es una respuesta a la apertura de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Este reinicio en las relaciones supone una revisión de las actuales políticas migratorias y como se maneja el tema por parte de los Estados Unidos.
Desde la década de los 60 Estados Unidos ha tenido un trato especial con Cuba en materia migratoria. Este trato cerraba el tránsito desde el país norteamericano hacia la isla, mientras que incentiva la migración en el sentido contrario.
De acuerdo con el experto, Estados Unidos propició la migración masiva para que el mundo viera que “la gente tenía que escapar del régimen cubano”.
Pies mojados – pies secos
Parte de este trato especial fue propiciado por la política de “Pies secos – pies mojados”, lo que permite es que los migrantes que son atrapados dentro del territorio de Estados Unidos puedan permanecer en el país y legalizar su situación, mientras que los que son atrapados en el mar pueden ser deportados.
Esto causó que Florida se convirtiera en el principal punto de acceso de cubanos a Estados Unidos, por medio del mar. Pero con la llegada de la guerra fría, se fortalecieron los patrullajes marítimos, por los que los migrantes tuvieron que buscar una nueva ruta.
Ecuador, nuevo punto de acceso
Con el cambio de ruta Ecuador y Nicaragua abrieron sus fronteras a los migrantes, con políticas que les permitían transitar sin necesidad de tener visa. Para Cascante, esto es un reflejo del discurso de la izquierda latinoamericana del momento.
Nicaragua cierra sus puertas
Según explica el experto, los conflictos fronterizos deben analizarse en conjunto con el ambiente interno de los países. En este caso, Nicaragua se encuentra en medio de críticas contra el gobierno por la construcción del canal interoceánico.
“Da la impresión de que había preparación para esto (ataques de Nicaragua contra Costa Rica) y de que no es una respuesta del momento como ellos lo han querido hacer ver (…) parece una escena preparada“, comentó Cascante.
“Llama la atención que Nicaragua apunta a Costa Rica como único responsable de esta crisis migratoria, mientras que en Ecuador y Panamá se permitió el paso libre de estas personas”, dijo.
Respuesta de Costa Rica a la crisis
Como respuesta a la negativa de Nicaragua a participar en las negociaciones, Costa Rica tomó 2 medidas. La primera, dar visa de tránsito a los migrantes, esto implica la necesidad de suplir las necesidades humanitarias de estas personas y crear una clase de filtro y control sobre los migrantes.
La otra medida fue llevar al conflicto a un plano regional, “donde hayan más actores”, explicó el analista. Mediante esta medida se busca convencer a Nicaragua de volver a las negociaciones y generar “acciones individuales de cada uno de los actores”.
Al llevar el conflicto a dimensiones regionales se incluyen Ecuador y México, los dos puntos claves en la ruta de los cubanos. Ecuador por ser el punto de ingreso a la ruta continental y México por ser el último punto antes de entrar a Estados Unidos.
A partir de este 1 de diciembre Ecuador cambió su política migratoria y otorgará visas temporales a los cubanos que ingresen al territorio. Esto implica que el proceso para avanzar hacia el norte será más complejo, convirtiéndose en un filtro más.
Para Cascante este conflicto debe manejarse con extremo cuidado porque dar una respuesta apresurada puede tener un efecto contraproducente. “Es como un niño que llora y consigue lo que quiere, si quiere algo de nuevo solo va a llorar de nuevo”, haciendo referencia a los intereses de los traficantes de personas, quienes se benefician de estos conflictos.